Son Bandalos Chinos y gardeles del pop

La banda de Beccar, que en 2019 ganó aquel premio de la industria a Mejor Álbum Grupo Pop por “Bach”, afianza su intensa actualidad artística con un disco melódico y musical que se llama “Paranoia pop”, disponible para escuchar en todas las plataformas virtuales inclusive, y como no podría ser de otra manera para esta banda icónica del movimiento indie, gratis en YouTube.



Dar oídos a este LP de Bandalos Chinos tienta a que sea de principio a fin, tal vez mejor con auriculares, como si hubiese otra manera de disfrutar música entre tanto bullicio con horario y luego ese silencio sepulcral de aislamiento. Pese a que no tenga absolutamente nada que ver con esa historia más que la fecha de lanzamiento, se grabó a principios de año en Sonic Ranch donde ya se había hecho el propio “Bach” (y “La síntesis O’Konor” de El Mató) nuevamente bajo la producción de Adán Jodorowsky (el de los alter egos, el que aparece en el video de “Departamento”, el hijo del viejo Alejandro) que también colaboró en coros. En sintonía con grupos como Conociendo Rusia, 1915 o Gativideo hay un absurdo y un replanteo sobre los vicios actuales, entre ellos: las redes sociales. Todo casi sin querer porque fue un material que se logró antes de la cuarentena aunque encajó perfecto para ser disfrutado en ella.


“Paranoia pop” es estridente y con una buena cuota de arrogante ironía. Se entiende que esta canción homónima no haya sido corte de difusión. Con frases como “Estoy feliz, estoy en TV y todos hablan de mi, la verdad es lo que siempre soñé” o “Soy tan influencer, me quiere la gente, todes quieren ser como yo” funciona como presentación de la obra que de entrada logra clima de musical, un tanto más teatral, tal como será presentado en vivo en el Movistar Arena, el 29 de octubre. Pero además está Louta (“Cuando muero quiero que con mis huesos hagan ukelele”) en un funky disco con recursos de big band. Una canción ideal para manijear de que la va (“Todo lo guardo en la playlist de mi corazón”) este esperado trabajo de estudio.


En definitiva, el corte que no es el corte transcurre a modo de cortina musical mientras allá por el minuto 3.52 hace referencia sonora al set de vientos de La Skandalosa Tripulación en “Big bang” de Usted Señalemelo… Porque la idea no es comparar pero el recorrido por los diversos matices musicales de estas nueve canciones resulta un homenaje que traspasa generaciones y estilos. “Sin señal” (que sí fue un corte de difusión”) es otro funky. La del video genial que salió en cuarentena y el pasito de las redes sociales comienza a manejar los niveles de emotividad en esta paranoia sonora. De golpe estás sentado escuchando a Goyo sufrir y en el estribillo bailás y acompañás con claps y castañetas. Es inevitable.


“Esta canción ya no te dice nada pero en el tiempo durará” dice “A la cabeza” que tiene un solo de guitarra espacial. Suena “Oh l’amour” de Erasure en la terraza para bailar con “Chu chu”, mientras los arreglos de cuerdas son un colchón consistente, como en casi todo el disco, para “La herida”. “El ídolo” es la banda de sonido de una peli del cine noir, una “Sea of love” que estalla nuevamente en la ironía, con el griterío de les fans de fondo. Es que Bandalos Chinos tiene muchos amantes en toda Latinoamérica y esta canción es otro guiño a ese éxito natural y furioso en el que navegan piola en los últimos tiempos.



Apenas media hora dura “Paranoia Pop”. Como dice Guido “está mal pero no tan mal”, está perfecto. Hay que tener vericuetos para hacer un álbum de escucha completa y éste lo merece. “Mi manera de ser” y “AYNMG” ya habían sido adelanto. Dos canciones muy diferentes entre sí, “Si tu idea de paz tiene palos y gas tengo que cantar” frasea la segunda mientras que “Mi manera...” se consolida como otro hit pop de Bandalos Chinos, con un estribillo glorioso ochen... noventoso.


“Fulnabis”, la penúltima, es ya más un viaje DIY. Hacelo vos. Plantá vos. Grabá vos. Dale, comprate un mic y mostrale eso que hacés a todes. Una composición mucho más actual y urgente, clásica del indie nacional, la previa del final con la casi acústica “Los Puntos”, que se grabó junto a dos artistas latinos: la argentina afincada en Brooklyn Tei Shi, y el mexicano El David Aguilar. Entonces esta pop paranoia se evapora en los teclados con ese algo similar a un vivo de Instagram. Se sienten los trastes de la guitarra en pleno clima de epílogo. Un disco que se mofa de la anticuada figura del rockstar, que no está ni bien ni mal pero está, persiste, sobrevive. Se da en otro plano, como si fuese una interpretación ajena de la propia obra del artista, una mirada general.


El ingeniero de sonido de este histriónico y ambicioso disco fue Jerry Ordoñez, que ya había trabajando con les BACH, para luego ser mezclado y materizado en París. Música de Argentina para toda Latinoamérica propone hace rato este bandalismo chino, un grupo con además mucha mística particular y complicidad con quienes los siguen en las plataformas y que desde muy temprano (se estrenó 23:59 del 8 de octubre) inundaron las redes con cálidos mensajes de agradecimiento. “Hola que tal venía cantando tu canción, solo te pido me regales una foto de los dos”. Habrá que esperar a ver el musical en octubre que promete muchísimo.


Escuchá "Paranoia Pop" de Bandalos Chinos acá:



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