Con Celli en el D7 afuera es un quilombo, adentro estoy bien

El cordobés ex Salvapantallas pudo recién presentar su disco “Reset” a un año de haber sido publicado en plena fase de aislamiento por la pandemia.



El Distrito 7 fue uno de los lugares elegidos para mostrar la gira del músico Santi Celli que tocó por primera vez en Rosario con su proyecto solista, recorrido corto que ya cuenta con álbum en el lomo y varias colaboraciones de otrxs artistas como Abel Pintos y Miranda!.


En la noche del lunes -feriado- 15 de febrero, Juli Grasso cantó algunas novedosas canciones propias despojada con su Ibanez y una caja de ritmos, en lo que fue una previa ideal para el arribo de las armoniosas composiciones de este talentoso joven que emprendió un nuevo rumbo concreto y directo, tras la disolución del dúo Salvapantallas, a fines de 2019, cuando se rompió el brazo jugando a la pelota, imagen que un año después le sirvió para decorar la tapa de “Reset”.


“Afuera es un quilombo, adentro estoy bien, bien, bien”, dice en “Quilombo”, que sonó en el D7 en un formato mucho más íntimo, sólo con guitarra. Es que Santi sacó un muy buen disco en 2020, en plena reinvención de su carrera, y terminó reversionando tiempo después sus propias composiciones con grandes colegas. Con esos palmares en tan poco tiempo de nuevo viaje, el show de Rosario se dio en un clima mágico de complicidad y sensibilidad artística.



Hubo canciones de Salvapantallas (como “Me conecto” que había contado con el feat. de Jorge Drexler) a los que él mismo llamó “covers no tan covers”. De su primer y canalizador disco de estudio hizo adaptaciones en reducido formato trío para letras y músicas que ya se colaron en varias playlists, como la preciosa “Pasaporte” o la furiosa “Sincero”. “Algunes me decían que iba contra la pared y ahora están comprando entradas pa’ venir a ver”, dice esa declaración de independencia para un artista inquieto aunque sereno e iluminado. 


Celli además es un virtuoso guitarrista y lo demostró tocando su Grestch apoyada en el piso del escenario de calle Ovidio Lagos. Contó sobre el enojo previo a escribir “Gracias x nada” (que tuvo la colaboración de Feli Colina) y fue llevando el concierto de Carnaval hacia un estado muy íntimo y relajado que permitió escuchar su repertorio plagado de situaciones personales, y varias nuevas creaciones.


“Por amor al arte”, “En el sur” y “Reset” también se presentaron en una acotada lista que pide más. El show fue compacto y preciso. El rodaje le permite darse el gusto de proponer un espacio distendido para poder apreciar su reciente obra que ya cuenta con varios seguidores en plataformas y redes sociales, un paso casi necesario para esta nueva generación de artistas que comienza a brillar con nombre propio en un horizonte de incertidumbre. “Ya vamos a volver a estar en un concierto tirándonos birra entre nosotros pero ahora es así y hay que cuidarse”, soltó casi sobre el final un Santi Celli que guardará en el recuerdo aquella noche de la vuelta al vivo, en el D7.





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