El hilo rojo virtual de Conociendo Rusia con su público rosarino se materializó en el Teatro Broadway

La gira de verano del grupo tuvo dos fechas contiguas en Rosario que afianzaron el buen momento de este proyecto creado y liderado por el "Ruso" Mateo Sujatovich.



Con la primera función de Conociendo Rusia agotada para el 14 de febrero (originalmente iba ser en el Centro Cultural Güemes a las 20 y se mudó por inconvenientes técnicos al coliseo de calle San Lorenzo), la productora tuvo que agregar otra en el horario matiné de las 18, que también se colmó de público.


Ele Mariani se presentó en la previa con un puñado de sus canciones que expresan lo que siente y que además son consideradas por ella como un método de libertad. Bajo, guitarras y batería eléctrica bastaron para disfrutar el interesante y cálido número de esta joven promesa que apenas tiene 18 años.


El concierto de Conociendo Rusia comenzó muy puntual con los acordes de “Tu encanto”, una canción grabada con Fito Paez, porque Rosario siempre estuvo cerca para el Ruso que fue ovacionado desde que disparó los primeros rasguidos con su Fender dorada. Al mejor estilo radio hitera de los ‘90 le siguió “La puerta”, de aquel celebrado primer álbum homónimo del cantante, hijo del reconocido músico Leo Sujatovich, que lleva adelante una meteórica carrera artística.


“¿Alguien está festejando San Valentín? Ya fue...” soltó el vocalista de este sexteto que ya había recibido varios elogios y cálidos piropos desde las gradas en un clima de total efervescencia poprockera. Fue el momento de “Cicatriz” y “Pueder ser”, con armónica, y los coros de todo el público para afianzar esta relación fresca y repleta de complicidad que tiene la banda con sus seguidores.



El sonido seductor y amigable de este proyecto fundado por un joven músico que aún así ya cuenta con un largo recorrido, se expandió por toda la atmósfera de un teatro hechizado con las melodías y los solos, acompañado de la gran voz de Feli Colina (fotos: María Fernández) y los teclados de un dotado y trotamundos local como lo es Fran Azorai, A este sexteto muy aceitado lo completan en vivo Guilermo Salort en batería, Juan Giménez Kuj en bajo y Nicolás Btesh en guitarra eléctrica.


Del sublime “Cabildo y Juramento” (leé una reseña del disco acá) arribaron al escenario de San Lorenzo y Mitre “Otra oportunidad”, la folk “Luces de neón”, “Montaña infinita” y la homónima de ese celebrado trabajo de estudio, editado en 2019, y que se convirtió en un emblema para las nuevas generaciones, recibiendo siete nominaciones a los Premios Gardel 2020 y tres a los Latin Grammys Awards.


Los músicos se alejaron unos minutos para que Mateo toque, en total intimidad y con guitarra, la ranchera “La mexicana” para regresar y hacer otro de los simples publicados recientemente: “A la vez”. Tras la presentación de los otros cinco músicos que componen a este pródigo grupo argento vinieron el himno “30 años”, “Bruja de Barracas” y “Loco en el desierto”, con Feli Colina luciéndose como voz principal en algunas estrofas.




La función inicial en el Broadway terminó con “Quiero que me llames”, otro asombroso éxito, se podría decir reciente, de este artista (fue lanzando en 2019) convertido en la luz al final del túnel para un concepto musical que parecía haber quedado añejado en gran parte de Latinoamérica y que renació de manera rotunda en el trayecto de la pandemia.


El segundo horario de este espectáculo solamente alternó el orden de las canciones pero la propuesta fue similar. Un paquete compacto de composiciones adherentes e hipnóticas tanto en la música como en las letras que dejaron azorados a un público renovado para un estilo de ritmo que necesitaba imperiosamente la imagen de alguien como Conociendo Rusia.





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