Bandalos Chinos iluminó el hipódromo con dos funciones de su Paranoia Pop

Tras un cambio de fecha y lugar, la banda de Beccar finalmente pudo presentar su disco en un mini tour de verano que los llevó a recorrer el centro del país. El domingo 7 de marzo le tocó a Rosario.



El primer turno en el predio del Parque Independencia arrancó puntual. A las 19 ya estaban bajando los músicos por la escalera desde el camarín hacia un acotado escenario del hipódromo rosarino, que le permitió a Bándalos Chinos de igual manera mostrar todo su despliegue. Seis artistas y la incorporación como invitado de Pablo Vidal (El Kuelgue) abrieron la tardecita con una intro manijera y “Paranoia Pop”, la canción que titula su exitoso último álbum, grabado en Estados Unidos y publicado en plena pandemia.


Un atardecer inigualable se dejaba ver a cielo abierto mientras llegaban “Mi manera de ser”, “Super V” y “El club de la montaña”. Los protocolos se cumplían a la perfección. Goyo Degano lo agradecía y le bajaba un poco a la paranoia pop con “Lento”, música de otro gran álbum como lo fue “BACH” (2018, también hecho en Sonic Ranch).


El ahora septeto en vivo continúo con tres más de “Paranoia pop” (“Sin señal”, “A la cabeza” y “Chu-Chu”) demostrando que cualquier escenario es el lugar ideal para Bandalos Chinos, cuya puesta en escena deslumbra con un trabajo certero de iluminación y ritmos que atraviesan todas las décadas, para tener una simple referencia sobre ellos.


Luego de “La herida” llegó un breve interludio y los pasos de baile en silla de plástico y piecitos incontenibles prosiguieron con “El ídolo”, “Tema de Susana” y “Departamento” para entrar de lleno en un set mucho más relajante con “Demasiado”, la casi instrumental “Fulnabis” y “Los puntos”.


La nochecita ya se había instalado entre la gula sanguinolenta de los mosquitos y un clima ideal que tuvo esa doble fecha dominical en la que los teclados ochentosos de “Isla” y el baile desenfrenado de “Dije tu nombre” (minuto 2:40), aunque por desgracia pandémica solo pudo darse sobre las tablas, anunciaban un falso final con “Tu órbita”.


Goyo (foto: @mpinkph) siempre con algo en la mano (inclusive una manicure perfecta y un tobillo en llanta): un pucho, una pandereta, un par de maracas. Y la banda lo acompañó con un derroche de talento musical, colores y la puesta en escena inigualable que encaja en cualquier espacio físico. No se fueron del todo porque regresaron para despedirse con dos enérgicas como “Vámonos de viaje” (la más reproducida en Spotify) y “El temblor”.


La primera cita con Bandalos Chinos en el hipódromo de Rosario se diluyó entre los calurosos aplausos que regaló una platea repleta y muy conforme con la entrega de este talentoso grupo, uno de los principales en vigencia para renovar el aire de la música argentina.



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