“La dirección” de Conociendo Rusia

Un día random apareció un tweet random en un timeline random que, desde Mendoza, interpelaba sobre el éxito de Conociendo Rusia y fruto de una interrogación retórica se contestaba solo agregando a sabiendas que es debido a que “se parece” a Fito y a Calamaro. Igual estaba todo bien con eso aunque en definitiva no logró responderse sobre el fenómeno. Entonces, y a esta altura de nuestras vidas, podemos decir que comparar no está mal. Esa persona empatizó con el gen de algo que le hacía bien al público y como espectador tuvo un acto de honestidad virtual y reconoció que, nostalgia mediante, también lo estaba experimentando y decodificando de a poco para comunicarlo en las redes.



Y sí, en “Cada día” hay un Andrés de fines de los ochenta y en “No aguanto más” un homenaje a “Sin documentos” de Los Rodríguez, para un disco no tan indie (en cuanto a lo musical) como sus antecesores (el homónimo y “Cabildo y Juramento") que cabían perfecto para pasar la tarde con una amiga o amigo tomando mate y charlando sobre la vida. En “La dirección”, el Ruso junto a su ajustada y joven banda (aún con Feli Colina en el grupo), marca el camino recuperando el legado del pop rock argentino como influencer artístico de toda Latinoamérica.


El proyecto solista de Mateo Sujatovich se graduó con nombre y apellido en este álbum de nueve canciones repletas de anécdotas personales, vivencias y referencias sonoras. De pibe el Ruso jugaba a la pelota, se fue a probar al Real Madrid y en España conoció a quien hasta allí no era su colega: Leiva. El español que tiene su feat. en una fabulosa canción que precisamente transmite el amor que tiene el artista argentino por ese país de la Península Ibérica. Después de probar con la redonda, el Ruso se quedó a vivir en la música. “Solo quiero quebrar mi mundo de cristal”, podría ser una cita a lo que vulgarmente se conoce como la Generación de Cristal y tiene mucho que ver con estas historias.


Conociendo Rusia marca su originalidad en esta etapa más homogénea como grupo musical desde “Disfraz”, con arreglos de Leo Sujatovich y producción de Nico Cotton. Lo afirma en los vientos, sonando como una big band en vivo, de “Se me hizo tarde”. Cabe aclarar que en “La dirección” no está la colaboración que se dio con Fito: “Tu encanto”. Tampoco ese puñado de simples de 2020, de una muy buena recepción, como “A la vez” o “El enemigo”. Probablemente anticipando un relato del plan cancionero capitaneado por Mateo porque ya no eran canciones tan hechas en casa, en medio de una pandemia mundial. “Mi casa es tu casa” hubiese formado parte de su debut discográfico de 2018 pero en esta placa traspasa a sus oyentes qué música se escuchaba cuando era chico, en su casa, en su entorno. Un ambiente cálido para luego regalarle corazones a la amistad inquebrantable en “Los amigos”, para quedarse “boludeando hasta que salga el sol”. “Compañeros de guitarra aprendiendo a hacer una canción”. Una especie de guiño hacia la madurez de la que tanto hablan y nadie sabe bien qué es.


Imaginando a ese tuitero cuyano de aquel primer párrafo, disfrutando la onda “Parte del aire” de “La dirección”, justamente el tema que da nombre al disco (otra vez con concretos arreglos de su padre Leo) calza justo en el medio de la narrativa de este material. “Yo quiero saber a donde voy” se siente en el primer track de esta placa grabada en los estudios Romaphonic de Buenos Aires, en 2021, y en simultáneo con cada uno de los integrantes.


A Conociendo Rusia lo fue a buscar una melodía. La que lo crio entre músicos y artistas. Pronto supo moldearla y darle originalidad con canciones de nuestro cancionero popular que ya no se escuchaban en las radios, algo que siempre generó cierto resquemor en otros tiempos. Además, teniendo el peso artístico de continuar con lo que uno de los mejores discos de 2019: “Cabildo y Juramento”. Del momento reflexivo en el bar de la esquina a los grandes escenarios latinoamericanos, trasladando las experiencias de una amplia generación de seguidores que con apenas 30 años ya lo tiene como claro referente.


En “Solo vos y yo” hay unos segundos de silencio y casi como un bonus track la banda sigue tocando en vivo un rato más. Esa es “La dirección” que le da continuidad a algo que venía pasando (“Si no sabés cuál es la dirección, hay una brújula en tu corazón”) y se convierte en un recorrido, una búsqueda y una reivindicación, al mismo tiempo, de artistas de ayer, hoy y para siempre. “Esto es más tóxico que todo lo que fumé, mucho más que todo lo que tomé y que tirarse de un noveno piso (Charly García)” es una alusión ("No aguanto más") a este camino que está transitando el Ruso a la par de su banda, transportados en una cubierta de camión como así lo presenta el póster de gomería que simboliza la tapa. “Dormí re mal, solo unas horas ¿Por qué será que estoy de moda?”.



Buscá más notas acá