Dos minutos celebró un cuarto de siglo del lanzamiento de aquel emblemático disco que editó la banda oriunda de Valentin Alsina en 1995 y que los llevó a convertirse en verdaderos referentes latinoamericanos del punk rock. Fue el sábado 4 de diciembre en La Sala de las Artes con Buffer, de Baradero, como grupo invitado.
La banda del Mosca irrumpió puntual sobre el escenario de Pichincha, inclusive usando la chancha de la batería de la agrupación baradense, que hizo una buena previa antes de esta conmemoración que se iba a dar en breve en la esquina de Suipacha y Güemes.
Buffer terminó su concierto y no hubo que esperar demasiado para empezar a sentir los primeros acordes de las canciones de este disco simbólico para la escena punk de toda Latinoamérica. “Rosario siempre tuvo merca”, soltó Wálter “Mosca” Velázquez, parafraseando a Fito, antes de empezar a cantar, casi en orden, los primeros cinco temas de “Volvió la alegría vieja!!!”: “Copetín al paso”, “Todo lo miro”, “Ataque”, “Tema de Adrián” y “Borracho y agresivo”.
Las bodas de plata de este trabajo de estudio, dedicado a las vivencias de los integrantes en su barrio y en sus bares, contó con una lista de más de 30 temas, uno tras otro y en un clima de aniversario ya que el público pudo volver a ver, en Rosario, a la banda del sur bonaerense que continuó el set con “Laburantes” y “Mosca de bar”, también de ese material publicado a mediados de los ’90 y que, debido al festejo, fue replicado en vivo y por completo.
El homenaje a un representativo álbum propio se completó con la última de la placa: “Q.E.P.D.”, para darle paso a un completo repaso por el resto de la inmensa trayectoria musical de Dos Minutos, que desde fines de los ‘80 mantiene intacta esa fibra punkie tanto arriba como abajo del escenario.
Mientras un asistente les acercaba un par de latas de Stella, directamente extraídas del six pack, los Dos Minutos acaloraban las gargantas del público que hacía cola para conseguir su fresca en la barra y seguir dándolo todo en un pogo con mosh tribunero que se propagó por toda La Sala, cuando el Mosca se calzó la careta del sociópata de la clásica película “Viernes 13” y sonó “Jason”.
“Valentín Alsina”, “Amor suicida” y la oda etílica “Canción de amor” desataron una completa fiesta de cumpleaños en Pichincha. Para el final quedaron “Ya no sos igual”, “Como caramelo de limón”, “Aeropuerto” y la autorreferencial “2’”.
El latigazo que es ese 1:23 de la canción homónima (“2 Minutos punkeando para vos, esta noche, con huevo y corazón. Solo te pido un puto favor. Respeto al de al lado y diversión”) no fue el final concreto porque el Indio Mariano Mirones siguió tocando la guitarra un poco más mientras se desenchufaban los instrumentos y el aforo se iba más que satisfecho tras volver a ver a esta gran banda punk, sin tener que estar sentado en una silla.
