La experiencia holofónica guiada por su gestor: Hugo Zuccarelli

Por el gran éxito en Rosario, el inventor argentino tuvo que agregar más artistas y más funciones a esta experiencia única que se vive en el Nuevo Monumental.



Pero para conocer un poco sobre los Parlantes Holofónicos, según el posteo de Instagram que promociona el evento, con su creación se apuntó a descubrir los misterios del porqué un sonido es percibido en el espacio y de qué manera una voz es reconocida entre tantas otras. Una vez completado el desarrollo de la técnica de grabación Holográfica conocida como Holophonics Tm, comenzó a ser utilizada por gigantes del entretenimiento.


La historia se remonta a la infancia de Zuccarelli. Tenía diez años y presenció un accidente entre dos coches. El choque ocurrió detrás de él, muy cerca, y se salvó porque pudo localizar el ruido. Esa fue la primera vez que se interesó por la procedencia del sonido. Y en esa experiencia cercana a la muerte empezó a preguntarse cómo era posible que el ser humano posicionase el sonido en cualquier parte con sus dos oídos. Además, luego de algunos años, Hugo se encerraba en un armario oscuro con un auricular y su pareja hacía sonidos alrededor del oído artificial con una caja de fósforos. Tras mucho tiempo empezó a escucharse perfectamente.


Tiempo después, la primera presentación oficial fue para la NASA, que contrató a Zuccarelli para una demostración de Holofonía para varios ingenieros que se negaban a utilizar auriculares. Luego de ser bautizados como los mejores altoparlantes del mundo por la mismísima NASA, Zuccarelli comprendió que lo que permitía transmitir sin distorsiones el mensaje tridimensional de la Holofonía Tm, también podría reproducir la música de un disco convencional de una manera única.


Según una entrevista de 1997, El sonido holofónico fue desarrollado y patentado por primera vez en 1980. Aplicando el concepto del holograma al sonido, se conseguía perfeccionar el sistema de grabación binaural. Con el correr del tiempo, en Inglaterra, Zuccarelli trabajó con Pink Floyd en la grabación del disco “The final cut”, con Roger Waters en su placa solista “The Pros and Cons of Hitch Hiking”, y además lo hizo con Michael Jackson, Stevie Wonder, Lionel Richie, León Gieco, Gustavo Santaolalla (en la banda de sonido de la película “Diarios de Motocicleta”), Disneyland, Disney World y muchos más.



Sus Parlantes Holofónicos deambularon por todas partes. Los presentaba en Buenos Aires, en la oscuridad, tal como puede apreciarse ahora en el Nuevo Monumental de Rosario. Se han reproducido obras de Pink Floyd, The Beatles, Above & Beyond, Tool, NIN, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Soda Stereo, Megadeth, Steve Vai, Dream Theater, Luis Alberto Spinetta y Radiohead, entre muchas otras. Pero era el turno de “Bocanada”, el disco rupturista de Gustavo Cerati (foto: Gaby Herbstein).



¿Y qué se puede decir de este “Bocanada”? Principalmente que es el primer disco solista de Gustavo Cerati, alejado definitivamente de Soda Stereo, y publicado en 1999. Fundamentalmente tiene mucha relación con este experimento de la Holofonía en la oscuridad porque para grabar este álbum, el cantante y guitarrista, se mudó a un cómodo chalet en Vicente López, junto a su pareja Cecilia Amenábar y sus hijos Benito y Lisa. Allí mismo decidió montar un estudio de grabación al que llamó Casa Submarina para poder concentrarse en su próxima creación. En este caso uno puede situarse imaginariamente en la propia sala dónde se grabaron los instrumentos, de incógnito, sin que nadie se de cuenta o lo sepa. No hay que ver nada, sólo escuchar.


Claramente Cerati estaba viajando al futuro porque este ensayo con su disco remonta precisamente a esa escena. Luego de la frenética introducción de Hugo se apagaron las luces y en la más oscura oscuridad comenzó a sonar el galope de las baterías procesadas, con el sampler de “Waltz for Lumuba” de The Spencer Davis Group para “Tabú”, la primera de 15 canciones que tiene este material. Antes, Hugo preguntó a qué volumen preferían escuchar la obra. Previamente ubicó al público minuciosamente a medida que iba ingresando. La sala estaba repleta. Confort y música para volar con Cerati y la Holofonía de Zuccarelli, todo un genio loco que debido a este éxito agregó fechas para esta maravillosa e imperdible experiencia sensorial. Las nuevas fechas se pueden ver aquí.



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