Airbag retornó a Rosario en la antesala de su primer show de estadio

El trío musical fundado en 2003 por los hermanos Sardelli regresó a la ciudad para tocar en uno de sus escenarios más emblemáticos, tras un poderoso paso por los festivales Cosquín Rock, Baradero Rock y Lollapalooza 2022, y luego de anunciar y dar una serie de fechas (entre ellas las del Luna Park, con tres noches de tickets agotados) para presentar este formidable espectáculo en el marco del llamado “Jinetes Cromados Tour”. 

Gastón, Pato y Guido Sardelli, junto con los músicos sesionistas José Luis Berrone (teclados) y Sebastián Roascio Goldar (batería), trajeron a Rosario el aclamado show exhibición de su séptimo álbum de estudio “Jinetes cromados”, un trabajo producido por ellos mismos y lanzado en 2021, con 17 canciones, una de ellas precisamente la que le da nombre a esta gira del grupo oriundo de Don Torcuato. 

 

En la previa de lo que será, entre otras cosas, su importante y masivo concierto (con preventa ya agotada) en el estadio porteño de Argentinos Juniors, pactado para el próximo 24 de septiembre, la localidad santafesina pudo vivir en carne propia la euforia que genera esta banda en vivo, esta vez con el muestreo en directo de un ambicioso y exitoso álbum para uno de los referentes de la escena rockera latinoamericana. 

 

Más allá de escuchar por acá y por primera vez de manera presencial los temas de este poderoso disco “Al parecer todo ha sido una trampa”, el tridente bonaerense se despachó además con clásicos de toda su trayectoria, ante un marco exultante y de fanatismo que acudió de a miles al Metro en busca de lo que encontró en esas más de dos horas de recital dentro del rreducto del shopping Alto Rosario. 

Pasadas las 20:45, y luego del set corto de Mica Racciatti, comenzó a sonar en las consolas “Al parecer todo ha sido una trampa”, precisamente del álbum homónimo, una canción que navega entre el grunge y el hard rock, una mezcla que esta agrupación mixtura sin inconvenientes, como una especie de homenaje a la música que los marcó (y sigue marcando) tanto a ellos como a los más jóvenes y los de otras generaciones anteriores que pudieron disfrutarlo en todo su esplendor.

 

Y fue Guido Armido con lentes negros el que tomó la posta con la voz en “Jinetes cromados”, otro track bien grungero de esta placa, en un escenario imponente que tras el protocolo pandémico sigue siendo bajo para un público que permanece de pie. El también guitarrista, baterista y tecladista continuó en la voz con “Intoxicarme” para pasarle la posta a su hermano del medio que se hizo cargo de la más reproducida de este reciente disco, en plataformas virtuales: “Perdido”.

 

Con lxs fans ya aglutinados en la valla de contención, y agasajados por un brazo de cámara que filmaba absolutamente todo lo que pasaba en el público, el trío al frente se movió entre las bombas de humo que se disparaban de abajo hacia arriba y pantallas detrás del escenario, un marco estupendo que contó además con unas plataformas de hierro a la que esporádicamente se subían los cantantes para recibir todo el calor de un público fiel y generalmente muy joven que iba dejando la vida en los primeros tres temas de la noche del 2 de julio en el Metropolitano.

Los Airbag (todas las fotos por María Fernández) son gente de pocas palabras y fue Pato quien saludó y que después de las guitarras furiosas de “Vivamos el momento” retomó el micrófono principal para otro tema del mismo disco (“Mentira la verdad”), la hardrockera “Huracán”, que justamente abre ese material editado hace ya unos seis años. 

 

Con una intro de guitarra criolla, el músico con melena al viento combinó a la perfección con sus hermanos y los sesionistas de la banda en la balada “Cicatrices”. Un momento de calma ante tanto entusiasmo en la tribuna que coreó intacto el hit, presente en “Vorágine” (2011), “Cae el sol”. Pero la tranquilidad en el público duró poco ya que después del ritual de “sacar la mierda afuera” el agite regresó con “Noches de insomnio”. 

 

Uno de los momentos más estrafalarios de la noche del sábado fue con “Motor enfermo” cuando desplegaron un gigante Frankenstein a la derecha del escenario que entre el humo y el descontrol se convirtió en un número fabuloso del concierto. También hicieron una muy buena versión de “La balada del diablo y la muerte”, una canción de sus referentes y amigos de La Renga.

Tras un buen puñado de canciones lanzadas una tras otra hubo unos minutos para acomodarse y cerrar simbólicamente el concierto con los exitosos “Por mil noches” y una de sus canciones más emblemáticas de Airbag, editada en su primer álbum homónimo, publicado hace ya casi dos décadas: “Solo aquí”. 

 

Los que venían siguiendo en vivo, tanto por streaming como en las fechas que se fueron dando a lo largo de esta intensa gira, sabían que ese no era el final. Patricio Sardelli retornó al proscenio del Metro y tras varios solos épicos del guitarrista y fundador, el grupo se rearmó para hacer una versión rockera del “Himno Nacional Argentino” y terminar la noche con otro éxito de antaño, “Mi sensación”, presente en “Una hora a Tokio” (2008).

 

Pero aún quedaba otra perlita más cuando en las consolas empezó a sonar el tango “Por una cabeza” los cinco artistas en escena se agruparon en un micrófono para celebrar la argentinidad y la proyección sonora internacional que sigue conservando este combo que no se detiene y sigue produciendo discos y espectáculos de mucha calidad, en la antesala de lo que será su primer estadio de fútbol, el próximo sábado 24 de septiembre.



 

 



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