Tras su salida en vinilo y luego en formato disco compacto, “Flor de ceibo” llegó finalmente a las plataformas virtuales el pasado viernes 30 de diciembre, el último viernes del año 2022 y con el recuerdo indeleble de otro triste aniversario de la trágica noche del incendio en Cromañón.
Para contextualizarlo, el grupo había publicado unos días antes en sus redes sociales las líneas: “Disponible desde el 30/12 para ustedes. La música no mata.”. Y pese a que gran parte de la prensa siga siendo indiferente ante cada suceso artístico que produce esta convocante banda formada en 2014, este es un buen motivo para encontrarse con un disco de rock argento pincelado con varios ritmos y con la interacción de cada uno de sus integrantes en la composición, tanto de las letras como de la música.
Como simples se fueron abriendo paso desde 2019. Tal fue el caso de “Bienvenidos”, que posee un riff emblemático a los sonidos que caracterizan a la numerosa agrupación y que sirvió para anoticiar a sus seguidores del lanzamiento de este sucesor de “Casi Justicia Social II”. En ella, Rogelio Santos Fontanet comparte autoría junto al percusionista Juano Falcone. Pato también fue el encargado de la música de esta pieza, la primera de esta tercera placa.
“¿Querés bailar rolinga conmigo?”, parece escucharse en el imaginario previo a “Normal”, una profunda crítica a los movimientos libertarios con los que ya había entrado en conflicto por declaraciones el cantante nacido en Tapiales, que reza sus plegarias en “Estampita”, una acústica balada tumbera con aires folclóricos que describe los días que el vocalista pasó en la cárcel.
Si se tiene en cuenta que Callejeros fue una banda que hizo cóvers de Creedence Clearwater Revival (de hecho se hacían llamar Río Verde en un principio), no les tiembla el pulso a los actuales Don Osvaldo para que “Caer” suene con claras referencias a aquel histórico grupo californiano, sumando además un par de guiños al country de salón.
A medida que van pasando los tracks, el disco se salpica con variantes sonoras y diversos estilos. En “Hijos” participan las voces de los murgueros de Agarrate Catalina y “Políticamente correcto” tiene un extenso solo de saxo, una de las más enérgicas y significativas de la banda que inspiró su nombre en el pianista Osvaldo Pugliese. Y hablando de tango, “Lejos de la largada” se asemeja a una pieza al mejor estilo de otro enorme pianista agentino como Astor Piazzolla. Aquí no hay reinterpretación ya que la composición es directamente un homenaje a la música ciudadana sin pretextos.
Quizás la más innovadora de “Flor de ceibo” sea “Feliz y seguro”, con un arranque musical suave al que todavía Don Osvaldo no se le había animado, para decantar en un rock de marca registrada y verdadero trabajo en equipo para una letra creada (además de por Pato y Juano) por el tecladista Gabriel Geréz, el saxofonista Leopoldo Janin y el baterista Luis Lamas, con música del bajista Christian Torrejón y el propio Santos Fontanet.
Casi como en una payada suena “Un demonio” para cerrar este álbum inspirado en la flor nacional, el símbolo de la valentía y la fortaleza ante los invasores y el sufrimiento. Lejos de ser negativa representa también la lucha y el coraje, algo que sin duda caracteriza a los habitantes de este país. Producido, grabado, mezclado y masterizado entre junio de 2021 y junio de 2022 por el técnico Joaquín Rosson y Don Osvaldo en Conde Studio, el tercer trabajo discográfico de la banda comenzó a venderse exclusivamente en vinilo, desde el 18 de noviembre de 2022. Ahora se lo puede escuchar también en plataformas digitales.
