El Renacimiento de Turf que los llevó a la calle Corrientes

Con una pandemia obstruyéndoles el tránsito en pleno camino de la creación, la demora terminó valiendo la pena porque tras una espera de tres años llegó esta ansiada renovación de repertorio para una de las bandas más carismáticas y hiteras de toda Latinoamérica, encabezada siempre por el magnetismo de su cantante Joaquín Levinton.



Y ellos mismos en rueda de prensa fueron los que se encargaron de decir que conjuga amor, música y poesía en una especie de lo que puede ser de alguna manera un resumen de este resurgimiento sonoro del grupo, fundado a mediados de los '90 que no solamente dio la nota por la salida de este material ya que el mismo además les sirvió como una excusa perfecta para subirse por primera vez al escenario del Gran Rex porteño. Es que en parte son una banda con una faceta bastante teatral.


Las canciones de este “Renacimiento” ya venían sonando en las plataformas virtuales desde 2020 como simples: “Cuál?”, “Voy dejando atrás”, “Malas decisiones”, “Gatitas y ratones” y “Decimelo de una”. Había ahí más o menos una sospecha de qué la iba y entonces se completó, luego de un largo tiempo, hasta llegar a las 10. Un pack de composiciones un tanto más sobrias y profundas que anteriores letras con matices más cómicos o un poquito partuseras, otra marca registrada de ellos. De todas formas no dejan de ser festivas y bailables.


El disco que “hará bailar a las estatuas que tantos días estuvieron quietas” no se despega del todo de las raíces rockeras de Turf pero es tal vez uno de los más poperos que han editado en sus casi (con idas y vueltas) tres décadas de trayectoria. Desde la tapa se nota esa intención de liberarse de los prejucios, montando la imagen de una estatua renacentista que tiene un “Turf” escrito en el pecho, en una especie de graffitti callejero hecho con aerosol.


Pero primero, una intro de índole medieval compuesta por uno de sus integrantes, el tecladista y productor Nico Ottavianelli, le da la bienvenida a un despliegue de hits posteriormente. Algo que se podía esperar de Turf que convocó a reconocidos productores para finalizarlo y publicarlo también en formato vinilo. Álvaro Villagra, Cachorro López, Juanchi Baleirón y Ezequiel Araujo aportaron su visión desde los más altos rangos de la industria musical, junto a la colaboración de otros artistas más actuales como Ca7riel en “Alto trip” y Gabriel Orozco en “Ese ser”, que cuenta con una intro a lo videojuego de 8 bits.


Este renacer no sólo tiene que ver con incoporar a músicos de la actualidad, como el enérgico Catriel Guerreiro y el muy buen guitarrista de los mendocinos Usted Señalemelo, porque también están las voces de Jorge “Perro Viejo” Serrano, Diego Demarco y “Cucho” Parisi (que incluso participó en la composición de “Todo x nada”) en una bonita canción hecha a medida de Los Auténticos Decadentes, con otro integrante (“Moska” Lorenzo) en la producción de esta balada.


Distintos ingenieros de grabación y mezcla como Demian Nava, Ignacio Castro, Cesar Sogbe, Juan Armani, Martin Pomares, Federico Borges, Lui Piluso, Diego “Chapa Blanco” y Fernando Caloia trabajaron en este álbum que consolida a Turf como una banda ya definitivamente muy popular, de estribillos gancheros y referencias reconocibles de todo tipo, como en el final de “Gatitas y ratones” en el que suena “Beijo”, más conocida por haber sido la cortina de un programa con nombre parecido, conducido por el humorista Jorge Porcel en la tele argentina de fines de los '80.


Con los polémicos guiños costumbristas de siempre, como a uno de sus referentes Juanse (“No salgo yo a ninguna parte”) o quizás a un Pulp de “Disco 2000”, en el final de “Ahí voy”, hay una búsqueda más distinguida, más funk, con mucho groove y de letras simples y directas para toda la platea. “Arrogancia, vagancia y Gancia, sin perder nunca la elegancia”, canta Levinton en lo que es también, enhorabuena, un obsequio para que las hinchadas renueven sus canciones de cancha.


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