Lali: el regreso de La Gladiadora al frente del Triunvirato del Pop

A bailar, Soy, Brava y Libra parece ser la síntesis o la bio de Instagram de alguien para describirse pero en realidad, y cronológicamente cada dos años, son los nombres de cada uno de los álbumes que fue lanzando Lali Espósito (foto: @mpinkph) a lo largo de una década de carrera como solista.



Ahora en su vuelta al pop es el turno "LALI", su quinto disco definido con letra imprenta mayúscula y el emblemático aviso "Parental Advisory: Explicit Content" en la tapa. Una presentación que no necesitaba esas mayúsculas más grandes nada más que por estética y que ni siquiera tenía la obligación de ser consagratorio para ella aunque lo sea porque la redefine, luego de experiencias sonoras en el reggaeton o el trap, como a una verdadera Gladiadora del Pop, hasta por definición de la mismísima Moria Casán, también símbolo de este disco homónimo, una celebración de sus orígenes en la música pop y un recorrido por el inabarcable fenómeno de la cultura popular en general.


Cuando se le da play al track siete se oye: "Aló, Lali querida. Ay, sí, mi amor, pero honradísima. Placer, placer, placer atravesar generaciones y que me... Estoy en calzoncillos, en medias ¿Cómo no voy a estar en tu voz reina? Estoy en un museo y ¡estoy viva! Sí, mi amor, contá conmigo en todo, honradísima del numeral ¿Quiénes son?". Es la transcripción literal de un ingenioso audio que seguramente será leída, en este caso, como con la voz de Moria. El texto pertenece al comienzo de "¿Quiénes son?", una de las trece canciones de este "LALI", que con una base hiphopera samplea a la vedette como uno de sus recursos principales, incluso recurriendo a varias de las emblemáticas frases de la Casán en el resto de la letra.


Siete de las creaciones de este álbum ya se conocían como simples ("Disciplina", "Diva", "Como tu", "N5", "2 son 3", "MOTIVEISHON" y "Cómprame un brishito") aunque escuchar la obra que se completa con seis más ("Obsesión", "KO", "Incondicional", "¿Quiénes son?", "Ahora" y "Sola") le termina dando otra magnitud, más que nada para aquellxs que todavía apuestan a que la música no sea solamente el murmullo de fondo de una sala de espera o la banda de sonido de una salida a correr por el parque. Mucho menos hacerlo por tener que escuchar a una artista que está de moda. Este disco tienta (por humilde sugerencia) a ser percibido por completo para sumergirse en estos homenajes a, por ejemplo, un pop dosmilero con referencias y técnicas que demuestran una profunda madurez artística para abordarlo sin caer en lugares comunes y que tampoco se funda en la nostalgia.


"El número solicitado no existe... Como vos", arranca "Lali" en lo que parece una respuesta desde un antiguo teléfono a disco, con un estreno al mejor estilo musical de La Banda de Luxo o los Backstreet Boys. Lali (foto: @mpinkph) corta cada uno de las estrofas de "Obsesión" con un harto "stop". Desde el comienzo se nota que no es un pop solamente bailable. Es más bien un hyperpop, o un ultrapop, o un sexualpop, o un electropop que está plagado de antecedentes resonantes que lo enriquecen en su todo.


Hay una prolija tarea en los efectos de una interesante cantidad de juegos con las voces y en los coros. Como si hubiese varias Lalis clonadas e interactuando desde sus diferentes transformaciones artísticas. Es que es tan amplio el abanico de referencias poperas (por eso la atrevida semejanza anterior con Los Simpson) que ya se percibía en dos canciones que ya habían sido consolidadas como hits: "Disciplina" y "Cómprame un brishito". En el tracklist ambas son la previa de "KO", que tiene un arranque groovero y una buena base con vientos. "Si te crees tan pija, comparemos la pija. Yo la pongo sobre la mesa", dice una de las Lalis que acá se complementa con los coros retocados de Ca7riel, quien además toca la guitarra en una canción que tranquilamente podría ser, por tomar otro ejemplo, de Nathy Peluso.


Pero copiar y homenajear son dos cosas distintas. Si bien tienen cierto parentesco la primera goza de peor reputación. No hace falta recalcar que este disco es muy personal. Que tiene cosas de la niña Mariana de Banfield (o de la de Parque Patricios) y de la carismática y exitosa Lali actual. Ya desde el nombre se presume. También está libre de prejuicios y se lo oye muy sexual. No sensual. Sexual. Poderoso y empoderado, consensuadamente perverso, naturalmente provocativo. Directo. Desde Modern Talking y "Samba de Janeiro" a los '80 de Madonna o a lo electrónico clásico de "Fascination". "Bailo como Britney y visto como Cher" canta en "Diva", que suena a las Spice Girls, y al rato se luce en la balada de amor "Incondicional".


Lali, que comparte el Triunvirato del Pop junto a los compositores Martín D'Agosto y Mauro De Tomasso, irrumpe en la tapa del disco al mejor estilo Avril Lavigne ("Let go"), con ropa de cuero y el fondo blureado. Difuso como si por un rato (o al menos solamente por este álbum) se detuviese el tiempo y reivindique así su reinado en el pop nacional. Pero no, no es un disco arrogante es más bien representativo. "Este disco es 'Lali' porque sale de lo más sincero de mi arte y mi persona. Siento que cierra un ciclo de mi vida y de mi carrera. Ahora se abre un nuevo camino, para una nueva Lali. ¡Viva el Pop!". Es para ustedes, amores indisciplinados", dijo la artista para promocionar su llegada. Una muy buena sinopsis al respecto. 


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