Pascua de Resurrección Post Mortem para el Dillom

Domingo de Pascuas. Está claro que ahora no se puede hablar de nada. Tampoco hay trincheras para evitar los embates del subjetivismo moralista y de paso cañazo se da una encrucijada hacia un precipicio sino se toma una postura en las trolleras con cada uno de los temas que impone la agencia mediática de la pelotudez. Y sí, agota, cansa. Pero realmente que se chupen una buena pija, o lo que se quieran chupar, o que no se chupen nada pero que se dejen de romper bien los ovarios desde sus cómodos falsos tronos haters y disfruten un poquito más de la vida. Que podamos elegir.



Nos hacemos cargo de que, por supuesto, hay opiniones en debates que están bien y otras que están mal, y sigue siendo subjetivo. Pero enojarse con Dillom (foto: @mpinkph)... Por qué, si el pibe es un capo, con 22 años tiene su propia productora y morfa con mucha gente haciendo lo mejor que saben hacer entre ellos: ser artistas y laburar como tales. Algo que no es poca cosa hoy en día ante tanta malaria y manipulación creativa, y chats de inteligencia artificial que divierten pero no sirven absolutamente para nada. Para mi que se tomaron la pastillita roja en vez de la azul.


La base de todo este preámbulo resentido y antisocial surge de un tweet (sí, en mayúsculas, así transcripto literal) que decía: "ALGUIEN CONOCE A ESTE SALAME. UN BOLUDO LLAMADO DILLOM QUIEN SE HACE EL PORONGA RAPEANDO O ALGO ASI CONTRA EL SISTEMA. VARIOS JOVENES SIN FUTURO A LA VISTA Y DESORIENTADOS EN UNA SOCIEDAD SIN VALORES, SON SUS INCONDICIONALES. TREMENDO MAMERTO.". Está bien, es una opinión y se respeta. Tampoco es que desde acá le vamos a dar una manito porque no la necesita pero tantas ganas puede tener unx de derrochar caracteres y bardear a un muchacho que al menos, no sólo se calienta en hacer guita (del aire no se puede vivir, no) y de última te deja un mensaje evidente de una porción de las cosas que pasan, o no, tal vez.


Es que el creador de "Post Mortem" publicó el domingo de Pascuas un video muy ingenioso y realmente esperanzandor en cuanto al rubro de la música. No nos vamos a detener en endilgarle o decirle "volá de acá pibe" porque es rapero, trapero, panadero o salsero. Es un artista y ya. No te gusta, lo cambiás. Y eso es un poco lo que motivó a estos párrafos porque "Ola de suicidios" generó una ilusión en nuestra nueva generación, en parte estandarizada por las compañías y las plataformas virtuales de lo inmediato. Ojo que acá también hay algo de eso pero la canción (y el video) resultan necesarios e interesantes, sumado a que surgen en un marco muy propicio para que venga alguien a decir lo que hay que decir (o lo que a algunos nos apetece escuchar), o más bien lo que se le canta el culo decir. Se acepta.


Está bien, convengamos que el nombre es polémico: "Ola de suicidios". Sí, es controvertido y ya. Pero paremos un poco. Primero la canción no es reggaeton, ni trap, ni nada "oye chico" o ese biriribi pseudo latino que no tiene nada de malo, obvio. Pero de allí brota esta alegría de aun haya cosas (o en este caso específico sonidos y lenguajes) que nos gustan más que otras cosas (sonidos y lenguajes) y nos van a seguir gustando. Porque Dillom hizo un temazo y un videazo. Y sí, como dijimos, se llama "Ola de sucidios" aunque al menos cuando termina ese derroche de sangre y voluminosidad verborrágica hay una advertencia para no tomarlo así a la ligera. Incluso el propio Dillom aparece en escena ataviado en un Axl Rose, entre el punk y la burla de (no querer) ser un rockstar, una especie que sí quizás ya se haya extinguido (¿quién fue el último? ¿el Pity?) porque ahora (siempre) lo que importa es la guita y eso está bien. Muy pero muy bien, y se celebra. Digo esto, no te gusta, lo cambiás.


Al frente de Bohemian Groove Corp este lanzamiento comienza con un fragmento del discurso del pastor evangélico Jim Jones, quien lideraba al movimiento religioso Templo del Pueblo y provocó lo que posteriormente se conoció como "La Masacre de Jonestown". Y si hablamos de Axl Rose podemos agregar que en Argentina hubo un caso de suicidio cuando a una piba no la dejaron ir a ver a los inofensivos Guns n' fuckin Roses. Ponele que venga por ahí. Otro guiño que está expreso es al Queen de "Bohemian Rhapsody" y es que hay además un bache ahí. Nadie ya habla (o muy poco) de esas bandas como si no fuesen de museo o pura nostalgia. No lo son. Están más vigentes que nunca. No es mejor ni peor, es.


Se lee todo un poco como discursito de tío buena onda y el temita siguió pues en el devenir de uno de sus versos ("Sin hacer mierda pa' la radio aparecí en el mapa / Y todavía Rolling Stone no me da la tapa") se dio una polémica intencionada por la RS que tuiteó una boludez para que el chaboncito le conteste y así fue, en esta caso todo en minúsculas: "pide ser tapa / literal el tema: q se la metan en el orto". Espero no se hayan aburrido con estos ínfimos lapsos de chismerío pero era necesario. No se arrastren que hay Dillom para todos y todas.


Esta sátira del estereotipo rocker muestra a una afiladísima Post Mortem Band, tiene una perlita en sintonía de palo para los Premios Gardel (tuvo tres nominaciones y no ganó ninguna que si ganaron otros artistas actuales), un sample de la canción "Basta de Berlín" de Lucas Martí, y un cameo con Andrés Calamaro como protagonista, enfundando en imagen en su antiguo arroba/alias de Twitter: "Brad Pittbull". Vale la pena aclarar que, según justamente en una nota de RS, Andrelo confesó que mantiene una amistad con él. 


A continuación pueden leer una de las reseña que hicimos sobre un concierto de Dillom en Rosario y ver y escuchar "Ola de suicidios", acá cerquita, más abajo:




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