El cuarteto formado por Catriel Guerreiro en voz, Chowy Fernández en guitarra, Julián Montes en bajo y voz y Alan Fritzler en batería, brindó el pasado viernes 1 de septiembre un arrasador show en la esquina de Güemes y Lagos, ante un gran marco de público que los ovacionó al final de la noche que además fue la excusa para presentar su disco debut.
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Barro convocó a un buen número de gente en lo que fue la quinta parada de este derrotero del poderoso grupo metalero, que está recorriendo parte del país con el tour del bautismo de fuego en vivo de “Constimordor”, un álbum grabado en Buenos Aires y producido por ellos junto a Luciano Farelli (Arde La Sangre, Parteplaneta), que también lo mezcló y masterizó.
El imponente recital en suelo rosarino comenzó a eso de las 21.40 con un portentoso arranque al ritmo de un recorrido por distintos géneros y subgéneros musicales, una mezcla que empezó con una de las canciones de esta primer placa de estudios, “Mader of drogons”, y continuó con el tema homónimo de la banda, presente en su primer EP, editado a principios también de este 2023.
La mitad de la noche en Pichincha fue el momento ideal para que se escuche al unísono el cálido y merecido “¡Olé, olé, olé... Barro, Barro!”, por parte de un público presente que permació todo el tiempo en sintonía, muy conectado con este cuarteto, pese al poco tiempo que lleva el proyecto fundado en el barrio porteño de Constitución.
El riff con guiños a “Owner of a lonely heart” de Yes abrigó a la voz de El Montes en “Big bang”, cuando ya tanto el escenario como la gente estaban encendidos y de paso disfrutando de un nuevo viaje, en el comienzo de esta fresca historia de una prometedora propuesta que reivindica y a la vez actualiza una interesante paleta de sonidos musicales, relacionados con el rock pesado.
Pantera, el trash metal de los principios de Metallica y otras influencias forman parte de una puesta en escena arrogante y poguera, aunque los presentes estuvieron, por momentos, más atentos al disfrute de esta muestra y a sacudir la cabeza en el lugar, haciendo los cuernitos, como viendo algo nuevo, para no perderse nada, pero sin poder contener la ira de agitarla.
“¿Sabés lo que nos gusta a nosotros? Que nos puteen… Dale sacate la bronca”, soltó Ca7riel, que lucía un pintoresco gorro de lana y la nocturnidad cómplice de sus fiesteros lentes oscuros, cerca del cierre que fue con “Fornai”, una de las canciones que resurgió al metal argentino y parece un mix entre Asspera y Carajo, como para intentar definirlo de alguna manera un tanto superficial.
Antes, el cantante principal de Barro (foto: @mpinkph), comentó que Desgarro Fútbol Club, el equipo que integra con amigos para jugar a la pelota, motivó tanto a la canción como al video de “7 rojas”, un hardcore punk con destellos a lo Motörhead o Machine Head, muy celebrado también en la noche del viernes. En definitiva, una velada rockera, con un show para todos los gustos y con deseos cumplidos de saborear este heavy lodo sonoro con un paladar metalero propio o prestado.
